Según los datos de este estudio, en febrero de 2008 había
3.398.863 autónomos frente a los 2.995.754 que se contaban a finales de febrero
de 2013, es decir, se ha perdido el 11,86% de autónomos, un total de 403.109
trabajadores, muchos de ellos víctimas de la falta de liquidez en sus negocios
debido a impagos de sus clientes entre los que se encuentran las
Administraciones Públicas cuya cuantía se sitúa en la escalofriante cifra de
4.500 millones de euros.
Precisamente, hace un par de días, el ministro de
Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha dado a conocer el
plan de proveedores en 2013, el segundo que lanza el Gobierno, que tiene como
objetivo obligar a las administraciones públicas a pagar a miles de pequeños
empresarios en un plazo máximo de 30 días y de esta forma saldar sus deudas.
Últimamente salen muchos artículos referidos a que en
épocas de crisis hay que innovar en todos los ámbitos para poder sobrevivir, y
la innovación en la gestión pasa por flexibilizar al máximo las plantillas
transformando los costes fijos en variables en función de las necesidades del
momento.
En esta línea discursiva el secretario general de UPTA,
Sebastián Reyna, ha advertido este miércoles de que las medidas de apoyo hacia
el colectivo autónomo que se impulsen desde la Administración serán “un
esfuerzo baldío” si el sistema financiero no aumenta el volumen de créditos que
se conceden a las empresas.
Unamos esfuerzos para que estas personas que deciden
poner en marcha un negocio arriesgando su patrimonio puedan tener a su alcance
medidas que les permitan crear empleo de calidad.
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