miércoles, 11 de diciembre de 2013

EL RETO DE DISEÑAR UNA ORGANIZACIÓN

El éxito de las organizaciones depende directamente de su capacidad de adaptarse a los cambios y de su habilidad para aprender de dicho proceso.

Curiosamente, cuando se trata de dar el primer paso, muchas empresas asumen el reto de hacer un cambio organizacional como una tarea centrada en cambiar únicamente la estructura organizativa, sin tener en cuenta que el impacto real que se logrará con esta decisión será, a lo sumo, cosmético o superficial.

Por ello, ante el reto de diseñar o re-diseñar una organización recomiendo revisar el Modelo de Jay Galbraith, también conocido como “Star Model”, que propone atender cinco dimensiones fundamentales al realizar un diseño organizacional de éxito:
-          la estrategia (consistente con los objetivos marcados y clara para todos),
-           la estructura (que distribuya el poder y autoridad de sus miembros de acuerdo a la estrategia),
-          los procesos (que cubran eficientemente los flujos de información e interdependencias en la nueva estructura),
-          las personas (seleccionadas, formadas y desarrolladas coherentemente para cubrir las nuevas necesidades)
-           y los incentivos (un sistema de recompensas que asegure que la conducta de las personas es la que desea la nueva organización).

El rediseño organizacional supone hacer un ejercicio serio de “introspección organizativa” que va más allá del cambio de la estructura, y que debe incorporar dimensiones subyacentes de la organización y sus miembros para lograr un resultado que genere valor real para el equipo. Puede ser tentadora la opción de hacer un cambio aparente que tape huecos a corto plazo, pero el verdadero valor se generará cuando el cambio surja  de manera integral, consistente y sostenible.