¡Qué lejos
ha quedado aquel anuncio dominguero en el que se buscaba personal! Donde tras observar lo que se ofrecía (incluso
antes de lo que se pedía) optábamos, o no, por enviar nuestro CV en papel y
mediante correo postal…
Era un
proceso lento incómodo y costoso (si queríamos dar buena imagen debíamos ir al
fotógrafo a sacar una buena foto en color que adjuntábamos al cv con una carta de presentación dentro del
sobre).
El nivel de
efectividad en la respuesta de esa
época, era sin duda mucho más alta que en la actualidad.
Hoy, llegar
a formar parte de un proceso de selección exige un trabajo muchísimo más arduo.
En primer lugar competimos en un mercado completamente saturado la oferta
supera en mucho a la demanda. Por lo tanto el esfuerzo diferenciador requiere
de mucha creatividad, lo básico ya se da por descontado….mucha formación,
experiencia adaptada al sector, idiomas y total predisposición a unas
condiciones laborales duras y difíciles.
Además de
todo ello, un alto manejo de los entornos 2.0, una gran capacidad de
networking presencial y virtual, amplia
presencia en redes del tipo de LinkedIn, experteer.es (especialmente LinkedIn)
muy deseable tener un blog en el que mostremos nuestros conocimientos y formar parte de grupos de interés en los
que poder relacionarnos con otros profesionales de nuestro sector.
Tampoco hay
que dejar de lado las relaciones y los headhunters internacionales en países em
los que hay creación de empleo. Sin duda, una gran parte de profesionales van a
tener que optar por la opción de trasladarse a esos lugares para poder seguir o
iniciar una carrera profesional.
En
resumen, participar en un proceso de
selección se ha vuelto tremendamente difícil. No basta con mandar nuestro cv.
Además hay que intentar diferenciarse de
los demás candidatos y la red es el lugar idóneo para ello.
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